Improductiva
¿Por qué no dejar de intentarlo?
Sin poder dejar de estar sometidas a las lógicas capitalistas en las que se encuentran emplazadas nuestras necesidades vitales y, para qué engañarnos, también parte de nuestros deseos, está bien detenerse y acercarse a todos esos colectivos de corte insurrecto, entre el movimiento artístico y la agrupación política; a los estado de éxtasis como un acto radical de negación de determinadas condiciones de existencia; a todos esos monstruos de Haraway, que fuerzan los límites de los sistemas duales de conocimiento, situándose entre el trabajo y la vida, el egoísmo y el altruismo, lo público y lo privado, la autonomía y la dependencia, lo productivo y lo re-productivo.