La Ruta 1987-1990

Archivo fotográfico de Susana Oliva

Presentación: Terranova+Vista Oral+Ojos de Buey, 5 de julio, 2024 a las 19h en Librería Terranova

Permitir que alguien acceda a tu archivo personal es un acto de confianza y de generosidad. Así lo sentimos cuando Susana Oliva nos dejó consultar los álbumes que ha guardado de mudanza en mudanza durante más de treinta años, sin darles mucha importancia –pero atesorándolos– y que constituyen una memoria íntima de sus años en La Ruta. Archivadores numerados, datados, forrados con recortes de revistas –a modo de las carpetas de instituto de la época– llenos de fotografías tomadas entre 1987 y 1990.

Esta pequeña selección secuenciada de su archivo pretende ser una narrativa personal sobre la banalizada y demonizada Ruta. Porque la historia se despliega a través de una relato colectivo de aportaciones, de un entramado de memorias que construyen un pasado. 

Sin nostalgia, nos acercamos a través de las fotografías al disfrute de “ir de fiesta”, y de inmortalizar lo íntimo colectivo sin voluntad de visibilidad o escaparate, sino de generar retazos de memoria para cuando aquel espacio de excepción, que se sabía finito, se desvaneciese. No hay recreación de diversión, no hay narcisismo de selfie. Parecía que todo era posible en esos fines de semana infinitos de entrega al goce sin pausa. Sería la inconsciencia de la edad, o la recién estrenada democracia y la carencia de límites, quizás la peculiar confluencia de factores que se dio en la periferia valenciana de aquellos años.

La cámara rula. Capta los bailes, el sudor, las risas, los abrazos, los pitis, los amigos, los turulos, las pintas, los bafles encima del coche. Las noches y los días se suceden, de jueves a domingo y siempre con las gafas de sol a cuestas. La pista de baile comparte protagonismo con el párking. Los coches no son sólo imprescindibles motores de desplazamiento por carretera entre discotecas, sino también, espacios de comunión, arrumacos y sound systems improvisados.

Las decisiones técnicas en torno a la reproducción de las fotos intentan respetar la materialidad del archivo y los vestigios de lo vivido. Su conservación no se ha hecho a través de la auratización y momificación del contenido, sino a través de su utilización cotidiana. No se enmascara el deterioro, los rastros que este uso (y desuso) extendido en el tiempo ejercen sobre los objetos documentales: rayas, partículas, manchas, huellas dactilares o adherencias.

Este libro es un homenaje al deseo de libertad y de camaradería de un grupo de jóvenes, un recordatorio del derecho a la improductividad y a la capacidad de insubordinación salvaje y divertida que puede surgir de forma espontánea aprovechando las grietas del sistema.

Publicado por Ojos de Buey y Terranova
Editado por Vista Oral
Diseñado por Albert Pérez

Disponible en Ojos de Buey y Terranova